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¿Responsabilidad o evasión?

Actualizado: 26 oct 2020

La pandemia por Covid-19, ha transformado la manera de interactuar, comunicarse y llevar el conocimiento a las aulas tanto en alumnos como profesores. Por lo que se implementaron nuevas estrategias para llevar a cabo las prácticas académicas a distancia con diferentes plataformas digitales, una de ellas y quizás la más famosa, Zoom.


Sin embargo, la falta de interacción no evade los problemas que se dan en las clases presenciales, de hecho parece que realizan una metamorfosis a estos nuevos cambios. Uno de los últimos casos fue relacionado con dos profesores de la Facultad de Química de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) donde a través de las redes sociales fueron expuestos por sus alumnos, realizando comentarios misóginos de compañeras de carrera.


En los últimos años la universidad ha pronunciado claramente su búsqueda por la equidad de género y en repetidas ocasiones ha condenado enérgicamente los actos violentos en contra de las mujeres. Lamentablemente hay situaciones como la antes mencionada donde parece que la autonomía e igualdad son simples palabras soñadas. 


Ante la inconformidad por la falta de acciones tomadas en la máxima casa de estudios, los alumnos han realizado diferentes formas de manifestación ante dichos actos. Desde exponer a compañeros y maestros dentro de sus facultades, e incluso tomar las instituciones. Desafortunadamente el zoomestre, ha cambiado las formas de manifestarse, por lo que han implementado el paro en línea, como método de manifestación.


En repetidas ocasiones la UNAM ha invisibilizado las demandas de alumnas que han expresado en puntos centrales dentro de sus instituciones, redes sociales, panfletos e incluso protestas de acoso sexual por parte de compañeros y maestros. Esto ha aumentado el descontento y la desigualdad dentro de la comunidad estudiantil. 


Las declaraciones a título de la institución universitaria tendrían la responsabilidad de garantizar la seguridad de la comunidad estudiantil como también de poder demostrar verdaderamente que la máxima casa de estudios es la mejor universidad del país y Latinoamérica, como lo clasifican rankings institucionales.


Retirar a los profesores acusados, siempre y cuando se vuelvan virales, realmente no es sinónimo de que se están tomando cartas en el asunto. ¿Qué pasa con los casos que no salen de las facultades, y ocultan dichos sucesos a la comunidad estudiantil hasta el punto de desaparecerlos? ¿Cuáles realmente serían las acciones que debería tomar la UNAM, para que se vea un cambio significativo? Muchas preguntas aún quedan por resolver, por lo pronto, lo importante es no callar. 

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